lunes, 30 de abril de 2012

Y el Papá ¿qué?

Este es un post que quiero escribir desde hace semanas, pero no encontraba el momento, mi momento.
Desde el embarazo de Carlota empiezo a descubrir mucha información sobre lactancia, sobre crianza con apego, sobre colecho, muchas cosas que leía yo las había hecho con Pedro, pero no sabía que tenían un nombre en concreto.
Pero al leer, tanto en blogs, como en libros, como en distintos foros sobre maternidad, siempre o casi siempre se deja un poco de banda la figura del padre.
Fue entonces, cuando descubrí a Belén y a Pablo, Pre Papá. Y me encantó la idea de regalar a mi marido la camiseta de Papá embarazado. 
Mi marido que aún no era padre, estaba viviendo conmigo mi embarazo, y es cierto como pone en el escrito de la camiseta, él también tenía sus sentimientos, sus dudas, sus inquietudes, pues ser padres es cosa de dos desde el inicio.
Desde aquí quiero apoyar a esos Papás, que como Joan Carles, están al lado de la mamá en todo momento, que saben lo que se siente, pues lo sienten contigo, que te cogen la mano en la primera eco, que se emocionan al oír los primeros latidos del bebé...que piensa y busca el nombre con afán... que se preocupa por como saldremos adelante día a día, igual que yo. 
Que sostiene el carro, el bolso, la mochila portabebés, los juguetes varios, las llaves y aún puede abrir el maletero con la otra mano...
Que te lleva a miles de tiendas para buscar el gorrito indicado, o el arrullo más bonito...


A esos papás que en el hospital no se separan ni un segundo de ti, ni del bebé, por que no quieren perderse nada, que te colocan el bebé al pecho sin saber muy bien como hacerlo, pero con tanto amor que consiguen hacerlo perfecto.


Recuerdo cuando Joan Carles me dio a Carlota, la primera vez, cuando al fin pude llegar a mi habitación. Cogió a su hija como si llevase toda la vida haciéndolo, con una ternura y un amor indescriptible, muy suave y delicado, y recuerdo como me sentí la mujer más afortunada del mundo por tenerlo a mi lado, y por haberme dado esta niña preciosa.


No me había parado a pensar como sería como padre, pues sabía que sería el mejor padre del mundo. Pero sí es cierto que me sorprendió, y aún hoy casi 6 meses después me sigue sorprendiendo. Pues le cambió su primer pañalito, con su meconio recién hecho y calentito, y lo hizo tan bien, tan bien, que mi madre y yo quedamos maravilladas. 
Por supuesto que un hombre sabe cambiar un pañal, no quiero ofender a nadie, pero sí es cierto que él lo hizo tan bien, que parecía que era enfermero de la nursery.
Pues, por estos papis, que sí existen, aunque a veces se eche de menos leer en sitios sobre crianza, o sobre colecho, sus testimonios, o blogs de padres... quiero dedicar este post. Pero sobre todo quiero dedicárselo a Joan Carles, el papi de Carlota, y ayudante en la labor de mami con Pedro, pues convive a diario con él desde los 6 años. 
Mi maravilloso marido, que me ha apoyado en todo, que se ha implicado en todo, que no ha faltado a ninguna ecografía, que me acaba de decir que se ha acabado una lavadora...y se dispone a tenderla mientras yo escribo esto...
Lo que sí lamento, y me duele, es que no pudiera vivir el momento del nacimiento de Carlota, pues cuando me llevaron al quirófano, él no pudo entrar. 
Pero es un padre implicado y aplicado al 100%, que se vuelve loco para doblar los bodys, pero los dobla. Que quiere criar a nuestra hija con apego, con mucho apego. Que le encanta portear a Carlota, o dormir con ella. Que jamás se queja en las malas noches, a pesar de trabajar al día siguiente muchísimas horas. 


A ti cariño, al mejor papi del mundo (junto con el mío), te dedico estas palabras, en honor a todos los papis que como tú friegan, tienden, saben que la ropa se separa para lavar, compran pañales y toallitas cuando ven ofertas, saben la talla de pañal de su bebé, saben donde se guarda su ropita, y un largo etc que quizás antes era una labor más de la mamá, pero por suerte los padres de hoy en día, o al menos Joan Carles sí, están muy implicados en la crianza y la educación de los más pequeños, y esto es algo maravilloso.


Para todos esos padres.










































Laura JC

jueves, 19 de abril de 2012

TANTO AMOR

Antes de ser madre no me imaginaba que se podía querer tanto a una persona.
Es cierto, que durante los 9 meses de embarazo de Pedro, te vas dando cuenta que algo cambia en tu interior, son muchas emociones, muchos sentimientos, muchos miedos...Pero hasta el momento que tienes a tu hijo por primera vez en brazos, lo hueles, lo tocas, lo besas... es ahí, donde nace un amor enorme, una continuación del cordón umbilical que es tan fuerte que duele.
Nunca serás la misma. Nunca. En tu cabeza, en tu corazón, ya no eres tú.
Ahora es él. Siempre será él. Pase el tiempo que pase, tenga los años que tenga. 
Al quedarme de nuevo embarazada, casi 9 años después, los sentimientos fueron surgiendo igual que con Pedro. Las emociones, vivir el embarazo de una forma más madura, y con experiencia. Amé a Carlota desde el primer día, igual que a su hermano. Pero no la amé lo suficiente, hasta que no la tuve encima mío. Hasta que no pude ver su carita, chafadita su nariz, ese pelo negro azabache, esa piel tan suave. Ese olor a vida, recién nacida. Me abrió los ojos, me miró. Y fue ahí cuando supe que la quería con toda mi alma. Que daría mi vida por ella, igual que la daría por Pedro. El sentimiento se repite, la sensación de felicidad tan grande que no te cabe dentro. Se repite, casi 9 años después. Y yo que pensaba: ¿cómo la voy a querer tanto como a Pedro? ¿Tanto amor puede ser?


Mi corazón se ha ensanchado, pues mi amor por Carlota no ha interferido para nada en mi amor por Pedro. Ni mi amor por Pedro interfiere en mi amor por Carlota.


¿Cómo puede ser tanto amor? 


Y una vez más, ya no eres tú y Pedro. Ahora es Pedro, Carlota y tú... algo también queda para mi marido, jejeje. Pero esto será otro post. Me refiero al amor de madre, al amor infinito, al saber que sin ellos mi vida no tendría ningún sentido, y al mirarlos a los ojos y saber cada día que es lo mejor que he hecho en mi vida. El mayor regalo, dar vida a unos seres maravilloso que me colman de felicidad, que me distraen infinitamente, que me hacen soñar, que me hacen llorar y reír. Que invaden mis días y mis noches, mi proyectos, mis duchas, mis lecturas, mi vida.


Que a veces piensas que se te acabará la paciencia... por esta vida que llevamos, que todo lo queremos alcanzar... pero ellos siempre están ahí, con sus sonrisas. Aunque te duela la cabeza, aunque tengas fiebre, o estés liada estudiando o con el trabajo... o con la cena, o la ropa... ellos te dan la fuerza para comerte el mundo, ellos me hacen sentir la mejor madre del mundo, de echo Pedro me lo dice a menudo, y se me cae la baba... siempre le digo: -Eso es por que tú eres el mejor hijo del mundo.


Pero hay algo que me tiene robado el corazón, y es ver como Pedro, mira a su hermana, ver sus ojos brillar, y oírle cada día como le dice: - Eres una niña muy bonita, te quiero mucho.
Se lo dice con un tono de canción, que no puedo reproducir, pero que lo tengo en mi memoria. Es una voz de amor, de dulzura, de protección. 


Pues, sí, puede ser tanto amor. Puede. Puede y es. Y seguirá siendo durante toda mi vida.


Y ahora mi pregunta es: - ¿y si tuviera otro bebé, podría ser amor para tres?


Esto aún no lo sé...




Laura JC







domingo, 15 de abril de 2012

PSIQUE Y LUIGI

No podía continuar escribiendo en el blog sin presentar a otros dos miembros de nuestra familia. Psique y Luigi.
Psique llegó a nuestras vidas hace 4 años, y Luigi hace uno y medio.
Psique, para los amigos "Psiquelita de mami muy de su mami", es una preciosa caniche de color canela, aunque ahora es más clarita.
Luigi, es un Jack Russell Terrier, tricolor, energia inagotable, y corazón aún mayor. 
Son nuestros perros, fieles, obedientes a veces, cariñosos siempre, reparten amor sin esperar nada a cambio, y a diario nos enseñan una lección.
Hemos viajado con ellos, a Camprodón, a La Vall de Boí, a Benidorm, es difícil separarse de ellos, y intentamos programar nuestras vacaciones siempre contando con ellos, pues como ya he dicho, son parte de la familia.
Aunque a veces los abuelos hacen de canguro, como cuando fuimos a París.


Al llegar a casa ellos siempre están ahí, siempre demuestran alegría al vernos, siempre mueven su cola, y demuestran su amor. Nunca ponen mala cara, jamás un gesto desagradable.
Ellos son todo amor incondicional, se conforman con una caricia, son felices con un paseo, no piden nada más. Por eso intentamos darles todo lo posible, paseos largos donde puedan disfrutar, caricias y mimos, y intentamos no dejarlos mucho rato solos, pues nos da pena pensar que nos están esperando. Aunque cuando salimos ellos se meten en su caseta con sus mantitas y se ponen a dormir felizmente. 


Y al llegar ahí vuelven a estar, con esa sonrisa, con sus lametones, sus saltos de alegría y algún ladrido de amor. Recibiéndonos como si fuera una fiesta, con una alegría desbordada que te contagia el corazón, y que te hace saborear las cosas maravillosas que te hacen sentir los animales, el cariño y amor que te ofrecen a diario, incluso si vamos con prisas, incluso si estamos triste, o si te encuentras mal, ellos siempre están ahí, jamás nos dejan de lado.


Los quiero, con todo mi corazón, son parte de mi, son parte de la familia, y sin ellos no sabría vivir. 


Psique y Luigi os amo. 


Laura JC










jueves, 12 de abril de 2012

LA ESTRELLA DE LAURA


AUTOR: Klaus Baumgart

ILUSTRADOR: Klaus Baumgart

EDITORIAL: Beascoa

AÑO: 2005

PÁGINAS: 24

TÍTULO ORIGINAL: Lauras Stern

TRADUCCIÓN: Ana Quintanilla

ISBN:9788448823139

DIMENSIONES: 22X28 cm





Cuando Laura por la noche no puede dormir se sienta ante la ventana a contemplar las estrellas. Una noche, Laura vio como una estrella cayó delante de su casa, sobre la acera. Rápidamente bajo a la calle, cual fue su sorpresa al ver que no estaba soñando, y que sobre la acera había una pequeña estrella.
La cogió y se la llevó a su habitación, donde comprueba que estaba un poco rota, y con mucho amor y cuidado la cura con una tirita.
Laura pone a la estrella en su almohada, y se queda dormida, muy feliz.
Pero por la mañana al despertarse, la estrella ya no estaba allí. La busca por todas partes, y durante todo el día no hace más que pensar en su estrella, y no tiene ganas ni de jugar.
Sus padres intentan animarla, pero no lo consiguen. Muy triste, después de cenar sube a su habitación, y no puede creérselo, allí está, de nuevo su estrella, sobre la almohada.
Entonces Laura se da cuenta que durante el día no se pueden ver las estrellas. Juegan y leen juntas, pero Laura empieza a ver que la pequeña estrella ya no brilla con la misma intensidad. La niña comprende que la estrella debe regresar al cielo, pero no sabe que hacer para ayudarla.
Tras pensar un rato, recuerda que le sobraron unos globos de su fiesta de cumpleaños, algo triste ata a la estrella a los globos, abre la ventana y la suelta para que vuelva al cielo. La sigue un largo rato con la mirada.
La estrella regresa al cielo, y Laura las noches en las que no puede dormir, mira por la ventana y tiene la sensación de que una estrella parpadea solo para ella. 
Tal y como hizo su pequeña estrella.


Laura JC

EL SECRETO DEL HUEVO AZUL



AUTORA: Catalina González Vilar


ILUSTRADOR: Tomás Hijo


EDITORIAL: SM


COLECCIÓN: El Barco de Vapor


SERIE: Naranja, de 8 a 10 años


PÁGINAS: 160


ISBN: 9788467554359




PREMIO EL BARCO DE VAPOR 2012


Rolav es un pequeño príncipe que vive en el castillo de Dadrev, donde ha aparecido un huevo azul. Tendrá que esperar a que el huevo se abra para descubrir qué secreto guarda en su interior. Pero en el momento en que la cáscara se rompe, no hay nadie delante, Rolav no sabe qué hacer. Había prometido vigilar al huevo y ahora defraudará a todo el mundo, así que inventa una excusa y promete enseñarles es supuesto animal que ha nacido del huevo al día siguiente.
Ahora debe viajar al País de las Mentiras en busca de la extraordinaria lagartija que él mismo ha imaginado, para poder mostrarla a los demás.
Puede hacer esto, o decir la verdad.


Laura JC

martes, 3 de abril de 2012

MI BEBÉ PEDRO

Cuando decidimos tener un bebé, mi pareja y yo, no le dijimos nada a Pedro, pues no sabíamos cuanto tardaría en llegar a nosotros.
Pero cuando me quedé embarazada hicimos el test con Pedro.
Pedro siempre ha formado parte de todo lo ocurrido en mi vida, nunca le he ocultado cosas, y nunca le he mentido (excepto en los Reyes Magos, Papa Noël y el Ratoncito Pérez...)
Yo me divorcié cuando Pedro tenía tan solo 2 años, y ha sido siempre mi apoyo, mi guía, mi vida. Todo lo que he hecho ha sido por y para él, y he trabajado muchas horas para que no nos faltase de nada.
Trabajaba siempre de noche, para poder llevarlo al cole y muchos días comíamos juntos, me levantaba para comer con él, y por las tardes compartíamos todo hasta la hora de volverme a ir a trabajar. Fueron años muy duros, mucho, para mí, pero también años muy felices.
Trabajé en dos sitios durante un año para poder ahorrar y poder marcharnos los dos solos a Disneyland París, mi niño tenía 4 años, yo 26, y fue el viaje más bonito que he hecho jamás, aunque debo decir que pasé un poco de miedo... fueron 4 días intensos, de risas, de estar él y yo solos en el mundo, en un mundo de magia, en nuestro mundo de amor.
Para mí los días que Pedro está con su padre, son días vacíos, me ha costado mucho superar la separación de mi hijo, aunque sé que tiene el mejor padre del mundo, y debe estar con él, por supuesto. 
Cuando vimos el test, él fue el primero en ponerse muy muy feliz, deseaba un hermanito hacía tiempo, y al llegar la mala noticia de que este bebé no seguía en mí, Pedro también lo tuvo que saber, se lo explicamos con mucho amor, y era inevitable que con mucho dolor. Sé que él lo sintió mucho, mucho. Pedro es un niño muy sensible, y tiene un gran corazón. Verme así de triste, y chafada, sé que le afecto, por suerte el fin de semana fatídico le tocó estar con su padre, y el día de la operación también. Pero sé que Pedro me miraba a los ojos y comprendía que a mami le pasaba algo, y que no estaba feliz.
Siempre me ha dado ánimos, siempre ha estado a mi lado, y siempre lo ha comprendido todo sin decir nada, su deseo es que yo estuviera bien.
En el segundo embarazo decidimos no decírselo, menos mal...
Y en el tercero esperamos un tiempo prudencial, aunque yo sé que él lo sabía, pues me miraba diferente, él lo notaba, sabía que algo había cambiado en su mami, mis ojos brillaban, de temor, de felicidad, y eso mi hijo lo sabe ver.
Pero disimuló, esto también lo hace muy bien jejeje, y cuando se lo dijimos él nos dijo: -Ya lo sabía! Esta vez sí tendremos al bebé!


Durante el embarazo Pedro cada mañana me ha visto con nauseas, me ha acompañado al baño, me ha puesto agua en la nuca (según él curaba las nauseas), me ha llevado de la mano al autobús para ir a Martorell, él al cole y yo al trabajo. Me ha dado besos infinitos para cuidarme mucho, ha hablado al bebé desde el primer día y le ha pedido que cuide de mí. Me ha escrito canciones, notas, y cartas... vamos que he estado como en una nube! Y esto con tan solo 8 añitos.


Pedro nos ha acompañado en muchas ocasiones al médico, y ha visto muchas ecos de Carlota, debo decir que él quería y deseaba que fuese un niño.
En la eco de las 16 semanas, nos dijo el Dr Jimenez que era una niña. Pedro sabía que íbamos al médico, pero él estaba en el cole, pero salían a la 1 y le fuimos a buscar después del médico.
No sabía como decírselo... sabía que para él iba a ser un disgusto... Fui a la puerta del cole, salieron los niños, y llegó él. Antes de darme un beso, ni de decir hola, dijo: -Mamá, mamá que es? es un niño verdad?


Lo miré a los ojos, y tuve que decirle la verdad... que era una niña.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, y los míos también... lloró, lloró mucho... y yo no sabía que decirle, le expliqué una vez más que esto no se podía elegir, y que mamá ya tenía un niño maravilloso que era él, y si ahora era niña, pues la querríamos muchísimo como a él... no sabía que decirle... yo también lloraba... de echo yo intuía que era niña, no sé por qué, y ya le íbamos diciendo que no se sabía, y que si no era niño no pasaba nada... pero él estaba tan convencido, y deseaba tanto un hermanito.


Fueron dos días un poco tristes, y incluso me dijo esperando el bus después de mis nauseas matutinas: -Mamá el bebé que se fue era un niño seguro!
Le dije que no podíamos saberlo, y que el bebé que se fue, también era un pedacito de mí, pero que la naturaleza es sabia, y si no podía ser pues no fue... y que estas palabras ponían triste a mami.
Pero a partir de esa mañana cambió, y empezó a volver a ser él, y lo vi contento con la idea de que fuera una niña.


Durante los siguientes meses me siguió cuidando y mimando más que nadie, incluso le decía a mi marido lo que tenía que hacer jejeje, o le daba consejos cuando yo tenía nauseas... claro que Pedro lo vivía a diario conmigo y mi marido estaba trabajando.


Recuerdo que al final de mi embarazo empecé a tener sensaciones referente a mi amor de madre, pensaba que no podría querer a Carlota tanto como quería a Pedro, y me ponía triste. No sé por qué me sucedía esto, le pregunté a mi buena amiga Mónica, pues ella tiene dos hijos maravillosos, y me dijo que sí le querría y tanto, que es normal que tuviese esas sensaciones, pero que el amor de una madre es infinito. Y amamos a nuestros hijos, ya sean dos, tres, o uno.


Incluso a veces se me saltaban las lágrimas pensando en que no la podría querer... y eso que ya la quería, sentía un amor inmenso por mi bebé, cuando la notaba moverse sentía que la quería, le hablaba, le cantaba... pero la idea de otro hijo, de un bebé que sería mío... si mi bebé era Pedro, yo solo tenía un bebé...(con 9 años sigue siendo mi bebé). Estas dudas acechaban mi cabeza, y no me dejaban dormir... no sé aún por qué pensaba que mi amor no sería suficiente, o que no podría amar tanto a Carlota...


Pero fue tal y como me dijo Mónica, y mi corazón se llenó de amor al verla nacer, al olerla, al tocarla... y cuando en la habitación al fin pude tener a mis dos hijos conmigo lloré, lloré de amor, de felicidad, y de agradecimiento por ser tan afortunada y tener unos hijos tan maravillosos, que llenan mi vida, que son mi motor, que me llenan de amor.


Desde que nació Carlota, Pedro me ha ayudado en todo, de echo ahora que está de vacaciones en el cole, por mi no volvería, pues hacemos todo juntos, me ayuda con la ropa, jugamos los tres, leemos cuentos los tres juntos, jugamos a la wii (siempre pierdo), sacamos a los perros y reímos juntos sin parar.
Cuando lo oigo cantarle a su hermana, me emociono mucho, algo dentro de mi se estremece, pues veo como la quiere, y como la cuida. Veo brillar sus ojos cuando me dice: -Mamá que bonita es!
Y yo siempre le digo: -Sois mi tesoro, tú y tu hermana.


Desde aquí quiero darle las gracias a Pedro, por ser tan atento, por ser tan responsable, por cuidar de mi con tanto cariño, y por cuidar de su hermana, por esas ganas de aprender todo sobre bebés, por ponerme el video de Gemma en Youtube miles de veces y decirme: -Mamá si lo haces casi como ella!
Por sus ánimos con mi carrera, por como valora que yo siga estudiando para cumplir mi sueño de ser maestra. Por sus palabras dulces cada mañana, cada noche...Por como me derrito cada vez que me dice que soy la mejor mami del mundo, y que me quiere hasta el infinito y más allá.


Siempre serás mi bebé Pedro, y mami siempre te cuidará.


Laura JC